Este año que casi se acaba ha sido una pequeña revolución para el atelier y para mi. Mucho trabajo, muchos cambios, y un salto de cabeza hacia un sector al que siempre había querido pertenecer. Cada uno tiene su forma de hacer las cosas, y yo estoy entrando en este loco mundo de las bodas pasito a pasito, avanzando conforme me siento preparada para ello.

Cuando empecé a hacer trajes de novia a medida, lo hice pensando en minimizar la inversión y los riesgos, muy poco romántico la verdad. No se me ocurrió lo bonito que sería trabajar con novias. Están en un momento tan bonito de su vida, y les hace tanta ilusión, que es difícil no contagiarse de esa felicidad. Al menos yo he decidido dejarme llevar y disfrutar con ellas hasta ese momento en que salen del taller con la funda en los brazos y una sonrisa de oreja a oreja.

Y es gracias a esa energía positiva que me regalan, que me lo curro tanto, porque me lo curro mucho. Por satisfacción personal y por estrategia comercial (que al fin y al cabo esto es un negocio), tengo como mínimo de calidad esa sonrisa, ese «no me lo quiero quitar» de las últimas pruebas. Y para conseguir eso me molesto en conocerlas un poco, para ayudarlas a ir no solo guapas, sino cómodas, porque es un día largo y con muchos nervios, y el vestido tiene que ayudarte a disfrutarlo y no al revés.

Dicha esta parrafada aquí os dejo con mis chicas, para que veáis que no presumo porque si 😉

Mercedes, mayo 2016: Vestido de corte sirena con aplicaciones de encaje plateado efecto tatuaje

Como ella misma decía, era «espectacular por delante y por detrás». Utilizamos 5m de encaje para la cola, y la vegetación del vestido es un puzzle de unas 150 piezas del encaje original. Probablemente es el vestido más difícil que he hecho. Mi detalle favorito: la cola, tenía algo de hipnótico.

Eva, Junio 2016: Vestido linea A de crêpe, con mangas y aplicaciones de puntilla plateada.

El cuerpo del vestido está hecho con un tejido vintage, una seda gofrada de los años 50 recuperada del vestido de su abuela, manteniendo las mangas originales. Nunca había tenido tanto miedo de cortar una tela. Lo forramos con voile 100% algodón para que fuera más fresco y ligero. Mi detalle favorito, la espalda abotonada con encaje.

Aroa, Junio 2016: Cropped-top boho y tutú color salmón.

En ese tutú hay unos 20m2 de tul y la cinturilla está hecha con varias capas de lazo gross-grain, nada de elásticos. Por eso es taaan bonito. Los botones de las dos prendas son de madreperla con mini Swarovsky, los más bonitos que he visto en mi vida. Mi detalle favorito: fue tan ella misma que lo llevó con converse.

Alba, Julio 2016: Vestido sirena de crêpe y tul plumetti, con cola flamenca y aplicaciones de encaje de flores en relieve.

Este encaje fue un flechazo total, luego añadimos el volante en la cola, las hombreras de flores de papel et voilá! Una curiosidad que no se ve, lo forramos solo hasta la rodilla para que fuera más fresquito. Mi detalle favorito: las hombreras, disfruté muchísimo haciéndolas y creo que se nota.

 

Mercedes, Julio 2016: Vestido línea A de raso, tul y guipure de flores efecto tatuaje, con aplicaciones de flores azules, y pajecitas a juego.

El reto de este vestido fue compensar un cuerpo armado y una falda grande con la libertad de movimiento y la ligereza que Mercedes quería, para disfrutar plenamente de su boda sin preocuparse de él. Objetivo conseguido! Además fue mi primera experiencia con niñas, la disfruté mucho y estoy deseando repetir. Me declaro fan de las novias-mamá. Mi detalle favorito: ese guipure… con un brillo discreto como de rocío. Me tiene loca!

Raquel, Agosto 2016: Vestido fit’n’flare  (ajustado hasta la cadera) de piel de ángel con aplicaciones de encaje rebrodé.

Creo que este es el vestido más ligero, fresco y cómodo que he hecho. La piel de ángel es un tejido fino y con mucha caída, así que utilizamos dos capas idénticas. Después forramos con raso hasta medio muslo, para evitar que marcase lo que no debía e incorporar el sujetador. Sin ballenas, sin apreturas, sin peso. Mi detalle favorito: había mucha verdad en este vestido, y el escote de la espalda me chifla.

Laura, Octubre 2016: Vestido de raso línea A con encaje boho y falda de tablas.

Para conseguir el vuelo y los pliegues de la falda utilizamos 9 metros de raso, mi récord hasta ahora. Desarrollé una estructura de pliegues reforzada con un tejido especial para acentuar las palas y dar volumen sin necesidad de cancán. Mi detalle favorito: la forma de la falda, de esas con mucha tela que no hace falta colocarlas para la fotos, porque es divina tal cual.

Raquel, Noviembre 2016: vestido esmoquin de crêpe frío.

Éste es uno de mis diseños de colección, así que me hace especial ilusión cuando una novia me dice «lo quiero tal cual». Aun así, modifiqué un poquito la botonadura para que se adaptara perfectamente a su cuerpo, y me encanta el resultado! Mi detalle favorito: el rollo rockero que le dió Raquel.

Muchas gracias chicas, ha sido precioso compartir ésto con vosotras. Habéis sido unos auténticos soletes y he disfrutado mucho trabajando en equipo con cada una de vosotras.

Si os ha gustado esto, podéis pedir cita en el 699 595 889 🙂